Con la evolución de las sociedades a lo largo de los siglos, se forma un nuevo modelo de gobierno para intentar llegar a los grupos minoritarios, frenar los ideales absolutistas y promover nuevos intereses políticos basados en las ideas democráticas. A partir de la segunda mitad del siglo XIX, el movimiento obrero cobró fuerza, cuestionando el sufragio universal y la libertad de asociación política.
El crecimiento y desarrollo de la población mundial comienza a exigir nuevos gobiernos basados en los principios de igualdad y libertad. Es a partir de esta amplificación y avance que los países comienzan a transitar hacia una democracia más igualitaria.
Actualmente, según el último informe de 2021, 21 países han alcanzado la denominada democracia plena. En contraste, otros 53 estados se consideran democracias fallidas, 34 se consideran regímenes híbridos y 59 se perciben como regímenes autoritarios.
Una democracia plena es una nación donde las libertades civiles y las libertades políticas fundamentales no solo se respetan, sino que también se ven reforzadas por una cultura política que propicia el desarrollo de los principios democráticos. Estas naciones cuentan con un sistema válido de pesos y contrapesos gubernamentales, un poder judicial independiente cuyas decisiones se implementan, gobiernos que funcionan correctamente y medios de comunicación diversos e independientes. Estas naciones solo tienen problemas limitados para funcionar democráticamente.
La revista The Economist tiene calificaciones que van del 0 al 10, como el país menos democrático y el más democrático. A partir del análisis de cinco conjuntos diferentes, como el proceso electoral y el pluralismo, las libertades civiles, el funcionamiento del gobierno, la política y la cultura política.
El Índice de Clasificación de la Etapa Democrática analiza un total de 167 países. Estos conjuntos sirven para evaluar el tipo de democracia vigente en cada país, pudiendo clasificarse en regímenes plenos, imperfectos, híbridos y autoritarios.
Para alcanzar una democracia plena, el país necesita una puntuación de 8 a 10. Los países que se consideran una democracia plena deben tener una participación ciudadana constante, organización política, libertades civiles, medios de comunicación y un sistema judicial autónomos. Entre los países que encabezan la clasificación se encuentran Noruega, Islandia, Suecia, Nueva Zelanda y Finlandia.